Elisa tenía 2 años y medio cuando se interesó en ballet (Gracias a Angelina Ballerina). Llamamos a distintas academias de baile cerca de nuestra casa pero todas nos dijeron que las clases de ballet partían a los 3.5 años.
En los próximos meses la gorda siguió insistiendo y al final decidí mandar un e mail a una academia cerca de mi casa diciendo que queríamos inscribir a Elisa que tenía “Casi la edad necesaria”. Me respondieron que podía llevarla a probar una clase y que dependiendo del resultado veíamos si podía seguir (si lograba hacer lo que las otras niñas hacían y concentrarse por toda la clase).