Elisa tenía 2 años y medio cuando se interesó en ballet (Gracias a Angelina Ballerina). Llamamos a distintas academias de baile cerca de nuestra casa pero todas nos dijeron que las clases de ballet partían a los 3.5 años.
En los próximos meses la gorda siguió insistiendo y al final decidí mandar un e mail a una academia cerca de mi casa diciendo que queríamos inscribir a Elisa que tenía “Casi la edad necesaria”. Me respondieron que podía llevarla a probar una clase y que dependiendo del resultado veíamos si podía seguir (si lograba hacer lo que las otras niñas hacían y concentrarse por toda la clase).
“Hoy en la tarde mi mamá arregló y llevó a Elisa al estudio, yo salí del trabajo temprano para ir a verla, y hasta Will y su papá llegaron a mirar. Fueron 45 minutos de mirar por un espacio chiquitito porque estábamos detrás de una cortina (pero no por eso no grabamos o sacamos fotos).
Cuando la clase terminó las dos profesoras le preguntaron a Elisa si le había gustado la clase y si quería volver. Elisa dijo que sí y gracias a que puso atención e hizo todo lo que las niñas más grandes hacían, fue aceptada a “ballerina class”!!! (esta es una entrada de Enero 2012 en mi blog antiguo. Elisa aún no cumplía 3 años)
El lugar donde la inscribimos era súper cerca de nuestra casa, el ambiente era relajado y el precio razonable. Nunca pensamos en el futuro o buscamos una academia que la formara para ser bailarina profesional, esta escuelita donde la gorda iba a bailar con su tutu fue perfecta por un par de años.
Cada semana la llevábamos a clases y tratábamos de mirar lo que hacía por una ventana que estaba casi toda tapada por una persiana.
Buscando entre mis archivos del 2011 encontré esta foto. ¿Ven esa ventana -puerta – ventana? La primera ventana tiene la persiana un poquito abierta y nosotros mirábamos por ahí. Esta es la foto de un espejo gigante (¿ven la cabeza con trencitas en la primera plana? son la de niñita con el tutu negro en la foto)
Dos años más tarde una asistente de la escuela de baile nos dijo que Elisa “tenía talento” para el ballet y nos preguntó si queríamos llevarla a una escuela “más seria“. Con Will lo hablamos pero decidimos que esto era más que nada un juego, nos acordamos de las historias que habíamos escuchado sobre lo competitivo que podía ser el ballet, y no nos gustaba mucho que las bailarinas tenían que estar siempre tan preocupadas de su imagen, peso, etc.
Pero en Diciembre de 2014 llevé a Elisa a ver el Cascanueces interpretado por la academia de ballet de Westchester. Era la segunda vez que veíamos este show pero ese día Elisa estaba fascinada. No despegó los ojos del escenario y cuando terminó el show me dijo “I wanna be in that stage, I wanna be in the Nutcracker“ (Yo quiero estar en ese escenario, yo quiero estar en el cascanueces).
A los 5 años los niños quieren muchas cosas y Elisa no era la excepción, pero la forma en que me pidió esto fue diferente. Va a sonar un poco exagerado pero de verdad lo vi en sus ojos. Elisa quería estar en el cascanueces y mi nueva misión era descubrir qué teníamos que hacer para algún día lograrlo.
Después de preguntar a algunas mamás y escuelas de baile me di cuenta de que para estar en el Cascanueces Elisa tenía que ir a una academia de baile más seria, especialmente a la academia del director artístico del Ballet de Westchester, que por suerte estaba en mi pueblo. Unas semanas más tarde la llevamos a Elisa a una clase de prueba.
Todo era distinto. No podía ir con cualquier tutu, había un “required attire” (vestimenta requerida), no podíamos llegar tarde, y las clases eran más que un juego. Pero cuando Elisa salió de su primera clase en la nueva academia estaba feliz y lista para que la inscribiéramos ahí.
Después de casi 1 año en la nueva academia supimos que en Septiembre (justo el fin de semana que íbamos a estar en otro estado por un matrimonio) eran las audiciones para el Cascanueces y que si alguien no iba a la audición, no podía estar en el show. Elisa entendió que el matrimonio era más importante, no fue a la audición y aunque algunas de sus compañeras de clase estaban en el show, la gorda lo vio por segundo año desde el público.
Septiembre 2016.
A principios de Septiembre pregunté cuándo eran las audiciones para el cascanueces y anoté en mi calendario la fecha para asegurarme de no programar nada durante esos días. Le dije a Elisa que por ser la primera vez en el show iba a una audición para el rol de ratón (no quería que pensara que podía ser Clara o tener un papel grande) y para mi sorpresa Elisa ya sabía.
Unos días después de la audición nos dijeron que Elisa tenía el rol de solo mouse! El Cascanueces se divide en 2 actos y 5 escenas. En el segundo acto los ratones y su rey pelean contra el cascanueces, Elisa va a ser uno de esos ratoncitos.
Después de que le notificaron su rol supimos que habían ensayos casi todos los fines de semana de Octubre y Diciembre, que teníamos que pagar 350 dólares y ser “voluntarios” ayudando por 12 horas… pero a esta altura Elisa ya estaba súper emocionada y mis papás ya tenían planeado venir a verla desde Chile!
Llevamos casi 1 mes de ensayos y siento que el esfuerzo ha valido la pena.
El rol de Elisa es chiquitito, pero la gorda va a ser parte de un show de más de 125 bailarines y artistas invitados, ensaya con bailarines profesionales que son parte de su escena, y llega feliz después de cada ensayo. Además más mis papás y hermanos van a venir a verla y aprovechar de pasar la navidad aquí con nosotros.
Es lindo pensar en que la gordita va a cumplir un sueño que tuvo hace algunos años y va a ser emocionante verla en un escenario grande con miles de personas mirando el show.
El esfuerzo va a valer la pena.
Fin
Y ahora voy a poner algunas fotos de Elisa en su clase de ballet normal. 2 veces al año hacen una clase “abierta” en que los papás podemos entrar, ver la clase y sacar fotos… es mi día favorito! Esta es la clase abierta, otoño 2016.