Me acuerdo en el 2006 cuando el edificio frente a la Casa Central de la Cato se quemó casi por completo. Llegamos de vuelta a clases en Marzo y el edificio casi había desaparecido por el incendio. Años más tarde en el mismo espacio se creó lo que hoy es el Centro Cultural Gabriela Mistral o GAM.
Varios amigos me habían hablado del espacio y me habían recomendado los talleres que ofrecen para niños. Estoy en una lista y me llegan invitaciones periódicamente pero hasta ahora no habíamos podido ir.
Pero a fines de Octubre, coincidió el día de un taller, con un día en que teníamos que estar temprano en Santiago por un ensayo de ballet de Elisa. El ensayo era de 10 a 11 y el taller en el GAM era a las 12! perfecto.
Subimos a la biblioteca tipo 11:50 y habían algunos niños, pero poco a poco la sala se llenó. Para participar en estos talleres hay que inscribirse pero me di cuenta que muchas personas llegaban sin haber confirmado su asistencia, lo que creo que es un poco injusto ya que los organizadores tienen que preparar el espacio y materiales para la cantidad de niños que confirman y si llegan muchos más al final es un caos.
La primera parte de la actividad fue la lectura de un cuento del día de los muertos para que los niños entendieran el concepto de la celebración y de dónde nació la idea de las Catrinas.
La segunda parte de la actividad era una manualidad.
Pese a que llegaron más niños de los que se había previsto, los organizadores hicieron un súper buen trabajo creando espacio suficiente para todos los niños (al final no es su culpa que los papás no hayan confirmado) y corriendo para hacer más material para que todos los niños pudieran participar.
Había suficientes materiales para todos los niños y ellos compartieron sin ningún problema.
Liam y Elisa se sentaron al lado y partieron de inmediato haciendo sus Catrinas. En actividades como esta se pueden ver distintos perfiles de padres.
Nosotros nos sentamos en unos sillones al lado y aunque veíamos a los niños, tratamos de no interrumpir su proceso creativo. Otras mamás se sentaban en la mesa y tomaban cargo del proyecto. La mamá que estaba al lado de nosotros hizo la Catrina completa!
Me dio demasiada lata ver a mamás quitándole las catrinas a los niños de las manos para hacer el trabajo ellas. Obviamente hay que ayudarlos cuando realmente lo necesitan pero creo que actividades como esta son una oportunidad para darle a los niños su espacio y que desarrollen sus habilidades y confianza.
Al final del taller todos los niños sabían más sobre el Día de los Muertos y tenían sus propias Catrinas para decorar sus casa. Fue una actividad entretenida, bien organizada y ultra recomendada.
Los mails con invitaciones a los talleres me llegan del correo mabelpalma@gam.cl, si quieren estar en la lista a la que le mandan invitaciones a los talleres, les recomiendo mandarle un mail a ella.