Cuando Elisa tenía 4-5 años, amaba cocinar. Siempre me pedía hacer galletas y aunque esta tradición no era muy sana, era difícil decirle que no.
Pero un día me di cuenta que más que hacer las galletas, su parte favorita era decorarlas! y para evitar el azúcar sin matar la entretención, le hice plasticina que pareciera masa de galletas.
Usé una receta de plasticina casera que usaba harina, sal, aceite y agua, luego dejé un poco de masa sin color y el resto la teñí con colorante de comida. Usé rosado para hacer masa “de frutilla”, café para hacer masa “de chocolate” y amarillo para hacer masa “de vainilla”
Esta actividad es de hace varios años y en ese entonces aún no encontraba una receta tan buena de plasticina, por eso se ve media fea la masa ????.
Elisa sabía que estaba haciendo galletas de plasticina, pero para que la actividad fuese igual de entretenido que hacer galletas reales la dejé usar dulces de colores para adornar y corta galletas para hacer las formas.
El día que hicimos esta actividad Elisa invitó a una amiga y las dos se entretuvieron mucho rato jugando a hacer galletas. Hablaban que tenían una fabrica de galletas que iban a vender en la panadería y en el mercado de granjeros (que es como la feria en EEUU).
El resultado fue mejor de lo que esperaba y las galletas les quedaron súper lindas. ❤️️
Elisa usó sus galletitas por varios días para jugar con sus muñecas y para jugar a la panadería. Cuando se aburrió de ellas las boté sin ningún dolor porque la masa es barata y fácil de hacer.