Playfull es un laberinto entretenido de dos niveles y cuatro estaciones: una zona de múltiples resbalines, una piscina de pelotas, una estación simulando una multicancha para luego terminar en dos toboganes o una tirolesa que cae en una piscina de pelotas.
He ido varias veces pero nunca había recomendado este lugar porque me parecía que los precios eran un poco exagerados. 30 minutos de juego valen $6.000, 1 hora por $8.000, y tiempo Libre o ilimitado sale $10.000. Y aunque los precios por tiempo siguen siendo los mismos, ahora tienen Plan mensual familiar por $30.000 por niño o $60.000 familiar (para 2 o más niños). Creo que el pase mensual vale demasiado la pena pero en un mes más les cuento cuanto lo ocupamos.
El lugar es increíble para los pequeños, Liam y Elisa lo pasan muy bien cada vez que van, y siempre que tenemos amiguitos de visita los invitamos a jugar un rato acá. En NY habían varios de estos y me encanta que aunque vivimos “en la punta del cerro” tengamos cerca una casa de juegos como esta donde los niños pueden jugar mientras los grandes disfrutan un cafecito.
Aquí les dejo algunas fotos del lugar.
Por este pasillo uno puede ver a los niños sin problema.
Una de las cosas que me gusta más de Playfull que de JupiJump (otro espacio de juegos para niños en Chicureo) es que aquí hay zonas separadas para niños pequeños y otros grandes. En JupiJump siempre le pedían a Elisa que no corriera o tuviese cuidado con los más chiquititos. Eso aquí no es un problema.
Este es el espacio de cafetería, ofrecen Marley Coffee.
Y cuando el día está lindo, uno puede bajar y jugar gratis en los juegos que están afuera.
Este espacio es perfecto para entretener a los niños mientras uno tiene que trabajar. Hay café, wifi y entretención asegurada para los niños!
Voy a actualizar este post después de que lo usemos un mes completo, pero presiento que vamos a venir un montón.