Siempre a finde año me baja un poco la nostalgia de los años que van pasando. Y con nuestra casa actual lista, he estado pensando un montón en nuestra casa de Colina.
Cuando nos fuimos a Chile por 2 años (2017 y 2018) pensamos que si nos gustaba nos íbamos a quedar al menos 2 años más, pero cuando nos dimos cuenta que Chile funcionaba muy bien para nuestra familia y pedimos al gobierno gringo que me dejaran estar 2 años fuera de EEUU sin perder mi green card, el gobierno de EEUU negó mi petición y me quedé con dos opciones. 1. Quedarme en Chile y perder la Green Card o 2. Volver a EEUU para mantener mi estado de Residente Permanente.
Que estemos de vuelta en NY significa que tomamos la opción 2. Básicamente porque la Green Card ahora no es tan fácil de obtener (como lo fue en 2010 cuando yo postulé a la mia), inmigración se complicó un montón y pese a que nosotros seguimos todas las leyes, me negaron la petición de vivir en Chile sin perder la Green Card, y quien sabe si al momento de volver a postular me la daban sin problema.
No estoy segura si esta fue la mejor decisión. Estar cerca de mi familia fue muy rico y el colegio de los niños en Colina superó todas mi expectativas. Fue un sueño! pero estamos acá y aunque aveces hablamos de volver, primero tengo que hacer los trámites de ciudadanía para poder entrar y salir de este país cuando quiera. (No te pueden quitar la ciudadanía, si me pueden quitar la green card).
Anyways. Mientras ordenaba fotos y pensaba en Chile, encontré la carpeta “Casa de Colina” y les voy a dejar aquí algunas fotos. Creo que no tener Amazon Prime fue una bendición porque sin Amazon es más difícil consumir y por lo tanto mantener una casa simple, con menos cosas y ordenada.
En esta casa pasamos varios cumpleaños, 2 navidades, muchos domingos familiares y playdates con amiguitas de Elisa. Le tengo mucho cariño a esa casa y al barrio donde vivíamos.
Will me dice que ha estado cambiando porque en Colina cada vez construyen más, pero yo creo que si volvemos vamos a vivir en el mismo sector.
Me gusta mi casa gringa, pero aunque tenemos una vista súper linda al río Hudson, no tenemos ese patio y piscina para que los niños (y Matilda) jueguen y lo he extrañado mucho en verano. Es verdad que acá hay mil cosas bakanes, lugares, actividades y eventos pero quizás estoy en esa edad en que uno aprecia las cosas mas simples de la vida, como estar sentados en esa terraza comiendo y conversando mientras los niños corren por el patio y juegan con amigos o primos sin supervisión. Los amigos que visitaron esa casa saben de lo que estoy hablando, Liam y Elisa aún hablan de esos fines de semanas con amigos en la piscina. En esa casa pasamos muchos momentos felices y la voy a recordar para siempre. ❤️