Estas vacaciones vamos a hacer un road trip que nos va a llevar de nuestra casa a Finger Lakes, Cataratas del Niagara, Toronto, pasando por las montañas Adirondacks y terminando de vuelta en nuestra casa. Es un recorrido de 1.000 millas (1.600km) que vamos a hacer en 10 días. Los 3 tramos largos de 4/5 horas los vamos a hacer de 6 a 11 pm para que los niños vean una película y se queden dormidos el resto del viaje, mientras con Will hablamos y escuchamos música.
Hace mucho tiempo que no hacemos un viaje como este. La última vez fuimos a Quebec y Montreal cuando Elisa tenía 3 años, pero fue un viaje más corto. Va a ser un desafío con dos chiquitines, especialmente considerando que Liam tiene solo 2 años! pero creo que está listo para una aventura como esta.
La clave para que un road trip con niños sea exitoso es una mezcla entre planificación y flexibilidad. Me encanta planificar los viajes, ver fotos de los lugares que vamos a conocer y organizar todo lo que se necesita para estar fuera de casa con niños (¿qué películas vamos a poner en el iPad?, ¿qué juegos familiares vamos a imprimir para el auto?, ¿que paisajes vamos a ver? ¿qué comida vamos a probar? ¿qué museos vamos a visitar? etc.). Pre trip happiness its a thing! (don’t believe me? read this).
Tener los hoteles listos, las rutas planeadas y los panoramas pensados ahorra tiempo y preocupación, pero sé que al menos algunos de estos planes van a cambiar en medio del viaje por imprevistos como una mala noche de sueño que puede hacer que cancelemos un museo y nos quedemos la mañana en el hotel.
Toda la preparación previa y cansancio posterior valen la pena. Siempre me ha gustado conocer lugares nuevos y quiero criar a pequeños viajeros que también lo disfruten.
